viernes, 1 de agosto de 2008

Esta noche contigo.




Cuatro bastan para que la inmensidad de tu imagen prevalezca en la estrecha memoria de aquella noche de encuentro.

Seis confirman la negativa a morirnos juntos, aún con más vidas al lado. Ya las paredes blancas nos saben de memoria y es cuando surgen las preguntas de tu existencial presencia.

Dieciséis a hoy, declaran legal la fricción de los cuerpos, las noches de locura y amaneceres juntos, las miradas sinceras y confesiones del alma, el entendimiento mutuo en los 50 y tantos que te he regalado con el 1 tuyo que me basta.

Y es con los ojos cerrados que un naufragio de ideas, cuestionantes sin respuesta, unión sin límites de tiempo, remanece en el alma tatuando en el recuerdo la imagen de tu perfil, que a ciegas una vez nos lanzamos a la aventura de encontrarnos.