sábado, 1 de marzo de 2008

Suspiros en poda


Cuánto falta?

Un millar de caminos.
Una centella de cielos.
Un sinfín de laberintos.
Que desgastan la resistencia del alma.

Disminuye el alivio del cuerpo
y aún no llega el fin del principio.
Es casi el momento de abrir los suspiros
y dejar que caiga entre mi lucidez y locura,
tu forma real en sueño

Es entonces que esa hermosa hiedra,
entreverada entre locuaces colores pintados en un existir,
existir compartido, anudado a otra voz,
su metamorfosis requiere, ansía de alivio .
Pero la marcha en el tiempo decrece la fuerza de lo que fue.

Urge la poda, la poda de suspiros,
poda necesaria para crear nuevos brotes,
sustituir los envejecidos y revitalizar el alma.

Y para cuando despierte,
sea solo el recuerdo de lo imaginario,
un ahorro de dolor, economía de desgaste.