sábado, 16 de julio de 2011

Cayendo








Hoy es un día que los pensamientos divagan y las sensaciones no caen perpendicularmente sobre la razón. Fluctúan muchas ideas pero ninguna es coherente, son una nube esfumada que aun no toma forma ni se condensa para llegar a su objetivo. Las visiones que mantengo en mi cabeza no tienen significado, quizá si intuya cual será la dirección pero no caen en el espacio donde tienen que hacerlo.





Caer, esa fue la última acción que juntos experimentamos, reímos como hienas, amamos como desesperados sin intuir que era la despedida efímera de una vida entera que en meses vivimos. Tierra fértil, donde sembré esperanza, pasión, ternura y amor. Donde sembraste la raíz, la madera, donde te abrigará la sombra y sin duda te daré de comer. Rituales de amor bajo la luna y las estrellas, donde te entregué mi ser, ¡para siempre!

Floreciendo









¿Dónde va la vida mientras florece? Un sentir homogéneo invade las estaciones del año que presagian buenas nuevas al oído de quien merece vivirlas. Es esa vibración paradójica que deja atrás los aprendizajes para convertirlos en expectativas. Anuncio al vuelo de campanas irreverentes oleadas de ansiedad, lo mejor está por llegar. Podrá extinguirse el olvido, que de ahora en adelante surge lo que va a primar.




¿Dónde va la vida mientras florece? Al mismo punto donde inicia este esperar.





















Regresé




La verdad nunca me he ido. La ausencia de escritos no implica cierre definitivo. Laberintos que no me condujeron con éxito a una salida rápida. Lugar donde se econdieron las risas y el final de las promesas.



Arriesgo un nuevo intento en cada camino fallido.



Ensayo y error, sin duda no influyeron en las ganas de transcribir el corazón en palabras.