domingo, 19 de octubre de 2008

Letargo

Reposo de intenciones en los cojines del miedo a la espera del arrebato que provoque un asomo prolongado de la emoción.
Así es la espera, habitada por los secretos que simulan un diálogo permanente que ilusiona su visión sobre el corcel.

Cañón sin empeño
Misiles sin peñón

Solo basta la ruta y sus coordenadas para permitirse alcanzar al objeto

Cañón de impulso

Misil de conquistas
Peñón de retribuciones en vaivén

4 comentarios:

wílliam venegas segura dijo...

Paula: Estoy feliz con tus nuevos textos: mi ojo no falla al descubrir quien escribe bien y tiene posibilidades de desarrollar su imaginación y su escritura. Aquí te ubico. Escribe, suelta la imaginación como etapa última del proceso de conocimiento: cuando el ser humano recrea todo lo que antes ha conocido, al punto de establecer mundos imaginarios coherentes. Ya pronto llegará el tiempo de la poda, entonces hablaremos, ahora que la mata crezca. Aprovecha el blog. De verdad, no dejes escapar ese don. ¿Has leído a César Vallejo? Gracias amiga por serlo, sabes que te quiero mucho, lo que no sabes es cuánto... que "mucho" es poca cantidad.

Anónimo dijo...

Por fin!!! Un admirador que te da un buen consejo: "Paula, ponte a leer". Lee mucho, mucho. Para de escribir un ratito, abandona esa inflamación de la vanidad que, acompañada por la adulación, te está llevando a un pozo de mediocridad. César Vallejo está muy bien, pero sigue con sus seguidores, Nicanor Parra, el gran irreverente, Roberto Bolaño, el poeta del abismo. Atrévete a mirar a esos monstruos más allá de tu insoportable pedantería y, créeme, saldrás ganando. (Y nosotros, claro).

Anónimo dijo...

Idiay, mijita, pa' qué escribir tan refinao si ya casi no escribes naa, ¿te asustó el anónimo ese? Ese es alguien pues qte desea y como usté no le'a pelota, se esquita, pero escriba mijita, primero, y después hace lo emás, hasta el amor.

Sum Incomitatus dijo...

Me gusta como escribes. No dejes que nadie te influencie, ni te diga como debes hacerlo. Solo sé tu misma. Con eso basta, lo demás solo llega.